Los celos son un conjunto muy complejo de emociones: miedo, pérdida, ira, tristeza, sentimientos de insuficiencia e incluso humillación, se presentan en hombres como en mujeres.
Es importante comprender y reflexionar sobre las emociones involucradas, identificarlas, comprender cómo se siente y cómo se relacionan con experiencias pasadas vividas o aprendidas.
Un paso importante es analizar cómo tu cuerpo registra tus emociones y aprender a cuestionar los celos cuando surjan. Por ejemplo, pregúntate: ¿Estoy celoso/a porque tengo miedo o estoy enojado? Cuando haces preguntas, estás tomando medidas activas para resolver el problema.
Revisa todas tus emociones y piensa por qué. En general, nuestros sentimientos tienen raíces más profundas y están relacionados con nuestra historia, nuestros aprendizajes, dolores vividos, viejas heridas, más que con hechos actuales.
Elige creer. Elige la confianza sobre la desconfianza. Cada uno hará lo que tenga que hacer para ser feliz. No puedes hacer nada para controlar a los demás. No husmees en busca de pruebas y creas lo que te dice la gente.
Si tienes pruebas sólidas de que la otra persona tomó una decisión diferente a la que tú querías, lo más sano es dejarla en libertad para que cada uno pueda seguir su propio camino y encontrar la paz mental.
Si tienes un ataque de celos, discúlpate y explica: “me es difícil confiar en ti, quisiera recobrar la confianza y que me ayudaras a sentirme segura(o), yo también tratare de poner de mi parte”. Compartir tus verdaderos sentimientos fortalece la relación.
Aprende la diferencia entre el amor y los celos y analiza lo que has aprendido de ello. Si necesitas más ayuda sobre este tema no dudes en contactarnos. Obtén una consulta gratis hoy mismo.
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