¿Mi relación está en crisis? Veamos: hoy es 16 de febrero, la magia del 14 terminó. Fueron a cenar a donde más les gusta y cuando llegaron a casa hicieron el amor… porque “tocaba”.
La cereza en el pastel, ese regalo en el que invertiste una pequeña fortuna, excediste el presupuesto del año pasado: eso le hará ver cuánto amor le tienes, seguro que sí. Porque claro, te matas trabajando.
Las cosas ya no son como antes.
Y bueno, el sexo del 14 de febrero no fue como lo hacían al principio, pero “cumpliste”. Aunque no morías de ganas. Y es que, en verdad, no morías de ganas. No, no has dejado de sentir amor… claro que no. Pero las cosas han cambiado… tanto tiempo ya ha pasado, tanto esfuerzo, el desgaste de la relación. No, ya no es lo mismo.
Por fin puedes darte un descanso. Ya cumpliste con tu cuota de romanticismo de este mes (quizá del semestre… y si nos vamos a que el regalo que le diste fue muy caro, quizá el año). Y hoy te das varios permisos, por ejemplo:
No le dices que le amas con locura.
No te molestas en hacer que se siente especial.
No le sonríes de esa manera que hace que se ruborice.
No le acaricias con esa intensidad que antes tenías.
Nada de esas cosas melosas que había cuando se enamoraron.
Ya todo pasó, es 16 de febrero. Un día cómo los demás donde te puedes dedicar a ti. Solamente a ti. Sí, un poco a tu pareja, pero ya hoy eres “libre” de esa carga de hacerle sentir que es especial. Ya cumpliste: ¡Qué pesado estar pensando en darle una sorpresa y sacrificar tu tiempo para ello!
Ya habrá otro 14 o su cumpleaños o navidad. Sí, claro, el año está plagado de fechas para hacer sentir especial a tu pareja. Los demás días son para ti. Tienes muchas cosas que hacer:
Trabajar.
Ver Facebook.
Ver tik toks.
Ver series.
Ver a tus amigos(as).
Ver Facebook (sí, otra vez).
Jugar videojuegos.
Lo que sea.
Mi relación está en crisis, por esto:
Básicamente por la idea de querer estar más tranquilo, sin sentir el peso de la relación el resto del año. El problema es que seguiste así mucho tiempo. Tanto que esa distancia los transformó en dos “desconocidos”.
Buscaste tanto alejarte del peso de una relación, que te sumergiste en tu propia comodidad. Ahora parece que viven solos en la misma casa.
Y al darte cuenta, te hiela la sangre. Si es que te das cuenta porque quizá tu relación ya está en crisis. Pero tú estás tan a gusto tratando de evitarla. Te sientes tan seguro de que no se va a ir, que tu deporte favorito es pasártela bien tú. Ya vendrá el 14 de febrero o cualquier fecha especial… y vas de fecha en fecha, compensando.
Todas las relaciones sanas y amorosas toman esfuerzo. Estás muy cerca de comenzar la ruta hacia una relación más sana. El matrimonio se disfruta, NO se padece. Obtén una consulta gratis.
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